Francisca Serrano
CEO en www.tradingybolsaparatorpes.com
Autora de “Mueve tus ahorros y Gánate un sueldo” e “Hijo Rico Hijo Pobre”.
Cuentas bancarias conjuntas o separadas. ¿Mío? ¿Tuyo? ¿Nuestro?
¡Qué bonito es el amor! Sin embargo, a veces se acaba. Aunque haya optado por vivir en pareja, es aconsejable tener independencia en el plano económico para poder gestionar sus finanzas personales. No hay una única respuesta a la pregunta y si soluciones alternativas. El dinero es una de las mayores causas de separación. Los hábitos de nuestro compañero de vida podrían llevarnos a la ruina al no estar de acuerdo en nuestras decisiones económicas; por ello es fundamental para tener una vida familiar sin penurias ni sustos, encontrar un consenso en nuestros puntos de vista en cuestión de dinero. Cada pareja es un mundo, pero veamos tres situaciones:
Sistema 1. Conjunta
Es la más importante. Se dedica a los gastos familiares que son comunes. La hipoteca, el agua, el colegio de los niños, comida, ropa…Cada miembro de la pareja deposita la cantidad proporcional a su salario pagándose todos los gastos de dicha cuenta. Cada contrayente debería tener una tarjeta de débito y una de crédito para extraer dinero y realizar los pagos que no estén domiciliados. Los gastos importantes deben decidirse juntos.
Ventaja: Es más sencillo controlar los gastos familiares.
Inconveniente: No existe independencia entre las partes que tendrán que tomar siempre las decisiones juntos. En general uno de los dos se encarga de todo y el otro se “lava las manos”. Surgen conflictos si hay un problema.
Sistema 2. Separada
Aunque el amor exista puede que el DNI financiero de cada integrante del dúo sea diferente en relación a su perfil de gasto. Tener una cuenta para tus caprichos es vital en la pareja. No supone desconfianza con el otro y evita peleas a largo plazo.
Ventaja: Si su pareja es de “La hermandad del puño” podrá gastar como le apetezca o al contrario “un manirroto” usted podrá salvaguardar una parte de sus ingresos.
Inconveniente: Los objetivos en común se diluyen y propicia secretos en los gastos personales.
Sistema 3. Yo, tú y lo nuestro
Cuando los dos integrantes de la pareja trabajan al cobro de la nómina se debería transferir la cantidad preestablecida para cubrir las necesidades comunes antes mencionadas. Si uno de los dos depende del otro también debe existir la cuenta individual de quien trabaja en casa. Tener independencia económica da confianza y autoestima.
Ventaja: Independientes, pero con objetivos compartidos.
Inconveniente: Son tres cuentas. Buscar un banco de cuenta sin comisiones para evitar gastos superfluos. Puede provocar recriminaciones en caso de mal uso de la cuenta compartida.
Las Claves
Consejo 1: Tener una cuenta remunerada como colchón en caso de eventualidades. Los gastos extraordinarios llegan cuando no se esperan y cubren una posible pérdida temporal del trabajo. Debería ser la llamada Cuenta Ahorro. No se retira dinero y se usa para Inversión. El objetivo es que el dinero trabaje para ti y no tú por él.
Consejo 2: Apartar dinero para objetivos comunes a largo plazo: educación de los hijos, ocio, jubilación o compra de un bien inmueble entre otros.
Consejo 3: El dinero forma parte de nuestra vida y hablar sobre él nos evita discusiones. El DNI financiero de cada uno puede ser diferente y generar un DNI conjunto para nuestra vida económica en común evitará problemas futuros.
Opinión Personal: Me decanto por el sistema 3 como el más correcto para salvar la libertad financiera de la unidad familiar evitando problemas de hábitos anteriores a la misma.
Frase del mes:
“Cuentas claras, pareja sana”
@Fca_Serrano