Francisca Serrano

CEO en www.tradingybolsaparatorpes.com

Autora de “Mueve tus ahorros y Gánate un sueldo” e “Hijo Rico Hijo Pobre”.

Yo gano más que tú… ¿Y ahora qué?

Buena pregunta; ya que el hecho de que él aporte más dinero a casa está socialmente aceptado… ¿Pero y sí es ella la más solvente? Esta situación en ocasiones puede generar recelo y turbulencias en la pareja. El dinero lleva aparejada una carga emocional vinculada al poder y control; hay una carga de dependencia del que cobra menos, sea mujer u hombre. Es por ello que abordar la cuestión de una manera sana desde el inicio evita roces y controversias. Evitar que el miembro en desventaja se sienta acomplejado; no generar sentimiento de inferioridad, y tener tacto puede ser de vital importancia. En la actualidad los problemas económicos son la causa primera de las separaciones; por ello aquel que gane más en la misma no debe someter o maltratar al otro por ganar menos, dando lugar a peleas por trivialidades fácilmente removibles. Lo sé mi querido lector es fácil decir; y si estás dentro de esta situación difícil de cumplir, pero recuerda que el dinero no debe ser una lucha de poder y sí; ser la base para satisfacer las necesidades de la familia, para bien de todos.

¿Cómo podríamos anticiparnos a esta situación?

Para mí la base está en la comunicación entre ambas partes; analizando el porqué molesta al otro el hecho de que ganes más; puede estar vinculado a su infancia o relaciones afectivas anteriores, saber el motivo puede ser la base para atajar el problema. Si no podemos hablar sobre la cuestión; tendremos que pedir ayuda a terceros con suficiente autoridad para poder mediar en la materia, ayudándonos a dialogar. En este caso el cariño y el respeto colocándonos en el lugar del otro; puede dar luz al problema, contribuyendo a resolverlo poner unas reglas para no herir al otro.

Ventaja: Qué uno gane más que otro hay que considerarlo un sostén de ahorro y una salida ante el despido del alguno de los dos.

Inconveniente: Qué el problema se meta bajo las sábanas; afectando a la relación sexual, dando pie a situaciones de competencia.

Claves:

Consejo 1: Conocer el origen que da pie a este sentimiento de pérdida de capacidad económica; que conlleva una situación de frustración, pérdida de autoestima, fracaso dando lugar a crisis en la pareja. De no hallarlo tendremos que acudir a un profesional que nos ayude a saber contestar… ¿Por qué?

Consejo 2: Verlo desde el punto de vista positivo; como se ha apuntado anteriormente, nos daría seguridad si tomamos el excedente del que gana más como “un dinero a no tocar”; base para el ahorro y posibles eventualidades económicas que puedan surgir en el futuro. Colocarlo en un fondo o un seguro daría igualdad a ambas partes.

Consejo 3: Hacer un decálogo de cómo usar el excedente; decidiéndolo juntos, quitaría hierro y daría sentido de la propiedad a ambos sobre el mismo.

Consejo 4: ¡Anticípate! Es el mejor consejo. No esperes a que se encienda la luz roja del semáforo de nuestra relación. Poner solución al problema al inicio evita incluso la separación de la pareja.

Opinión Personal: La mujer echa en cara al marido que no puede comprar lo que tiene la amiga; él que si su mujer no gastase tanto podría adquirir lo que desea, y que le vendría bien. El dinero es siempre fuente de conflicto si no se gestiona bien emocionalmente. El rol de la mujer ama de casa pasó a la historia. Tanto uno como otro pueden llevar la batuta económica ganando más; por ello ser iguales, y considerar una ventaja ese excedente de dinero es la solución… ¡venga de quién venga!

Frase del mes:

“Tanto monta, monta tanto… (Poner el nombre de ambos)”

@Fca_Serrano