Funky Buddha Beach destino clave para el turismo de lujo que causa furor en la Costa del Sol
Amparo de la Gama
El Funky Buddha Beach se ha hecho con uno de los puestos más altos en el top de los “beach clubs” de Europa, un destinos clave para el turismo de lujo cuyo concepto ha causado auténtico furor poniéndose a Marbella en el mapa de los de mas nivel como los de Miami, Saint Tropez, Marrakech, Dubai, Monte Carlo o Porto Heli. Parte de la magia de este lugar proviene del vaivén de las olas y de su encuentro frontal con la orilla. Desde su apertura se ha convertido una leyenda entre los correligionarios de este tipo de club, que saben que aquí se ofrece «lo cool, lo sexy, lo glamouroso» para un día de playa. En este “beach” no hay tour operadores que intoxiquen el recinto. Solo príncipes árabes o celebritis que adornan el panorama. La elección del publico es muy selecta “precisamente para que el cliente se sienta lo mas cómodo posible y su visita al club sea recordada como algo especial”, puntualiza a Hola su dueño el empresario Juan Carlos Ferrero.
Precisamente este emplazamiento de ultradiseño, quiso ser adquirido por los hombres de Abel Matutes de Ibiza para convertirlo en un “Ushuaïa”, pero al final se llevo el gato al agua el empresario Juan Carlos Ferrero, que recaló en Marbella en los años noventa abriendo los negocios mas “cool” de la noche Marbelli, tales como “Billonaire”, asociándose con Flavio Briatore, “Kube”, Funky Budda Marbella o su nueva apuesta “La Meridiana” el mítico restaurante de la marbella dorada, que este invierno lo pondrá a funcionar con una nueva carta. Este vallisoletano explica a Hola que “Tenemos 200 personas trabajando en este club. Son trece mil metros cuadrados que están distribuidos en distintos ambientes”. Su blanco albo como señas de identidad con la imagen corporativa. En su amplio espacio se reparten entre tumbonas a pie de playa, camas balinesas y los márgenes de la piscina. La banda en directo, con saxofonista y batería incluidos, las bailarinas y animadores y la música ‘house’ más aplaudida del momento, se fusionan para crear un ambiente realmente especial. La fiesta culmina en la piscina de agua salada donde el público se balancea en el “flamingo blanco”.
Fair niente en Funky Buddha Beach
Uno de los mejores reclamos en este club es el de abandonarse al muy dulce ‘no hacer nada’, mientras el sol se esconde o sale, y a la que se puede arribar en barco. La tarde es para las fiestas temáticas y los djs tipo como Unión Jp Candela Teryder o Tom Star. El diseño, muy étnico con sus tiendas de campañas donde uno se protege de las interminables jornadas de sol. Los precios oscilan entre las camas más caras de 2000 e a otras más sencillas de 300 e donde el público puede consumir los extravagantes mojitos de cuatro litros o un refinado Moet Chandon.
Sushi en Tango Beach
Su apuesta gastronómica en el “Tango Beach”, se enfoca hacia el público internacional, dando mucha importancia a la cocina asiática y centrándose en un sushi de creación propia como total protagonista. También los visitantes podrán disfrutar de ricas carnes hechas en parrilla argentina. El espacio de moda se completa con la zona de sishas, una boutique de moda y hasta un exclusivo servicio de atención para yates. Según Ferrero, el objetivo es «conseguir que nuestros clientes gocen de la naturaleza y del mágico espectáculo que nos brinda cada día este mar mediterráneo que nos toca los pies, pero dotando a esos momentos de un toque de lujo y exclusividad”.