(Amparo de la Gama) Su impulso le lleva a movimientos generosos y largos en el escenario. La manera de bailar de grandes trayectorias a través del espacio escénico, ha sabido hechizar al mismísimo Papa Francisco. Este fin de semana el Vaticano se vistió de luces con las piruetas del nuevo Billy Eliot. Se llama Jorge Lamelas, un niño de 13 años que entre tutús y bambalinas, se ha convertido en el protagonista del musical de moda y en el actor principal de la película ‘Fátima’, donde interpreta el papel de uno de los tres pastorcillos a los que se le apareció la Virgen en el Santuario de Fátima. El film se estrena este año 2020 y ha compartido cartel con actores como Harvey Keitel, Sonia Braga y Joaquim de Almeida en la película que dirige Marco Pontecorvo. A su corta edad, Jorge Lamelas tiene una carrera de vértigo. Ha trabajado este verano en Nueva York en el musical “Big Fish”, basado en la novela de Daniel Wallace y llevado al cine por Tim Burton. Pero de todo lo que ha hecho hasta ahora lo que mas le ha marcado en su trayectoria es bailar al lado del Sumo Pontífice saltándose todo tipo de reglas: “Me pareció una buena idea dar la vuelta alrededor de el, aunque no estaba en el programa- explica a Vanitatis-. Yo le veía que me sonreía y seguía bailando a su lado. Me pareció que le gustaba la corografía que Tony, mi director de Billy Elliot, diseñó para ese día mezclando contemporáneo y clásico. ¿Qué que sentí? Pues bailar para Francisco es casi como tocar el cielo. El Papa me trasmitió paz y felicidad, emoción inesperada. Es como una persona normal, y no paraba de decirme: bravo y bravo y me tocaba la cabeza. Fue el mejor día de mi vida”.
El papa no dejaba de reír
Al Papa Francisco le hizo gracia la espontaneidad del pequeño, que se salto todo tipo de protocolo en el salón Pablo VI del Vaticano. Ante los ojos atónitos de los cardenales, Jorge ejecuto su baile haciendo piruetas por encima de la curia, hecho que consiguió que al Papa no se le cayera la sonrisa de los labios, ni un solo momento de la actuación. El pequeño “Billy Elliot” fue el único representante español entre 6.000 niños de todo el mundo que fueron recibidos en audiencia por el Pontífice. Así jóvenes de todos los países, han tenido la oportunidad de mostrar al Papa Francisco los proyectos que han realizado para cambiar el mundo, en el marco de la iniciativa ‘Design for Change España’, que trabaja mediante un movimiento global sin ánimo de lucro en más de 65 países. “Me gusta mucho el ballet clásico es mi pasión-precisa Jorge a este medio- El contemporáneo no lo practico tanto. David Mur y Nacho Duato son mis mejores maestros. Duato sabe entenderme y saca lo mejor de mi”. Para Jorge, Mikhail Baryshnikov es el mejor bailarín del mundo: “Salta tanto que parece que esta volando. Me emociona y Alicia Alonso me fascina. Mi profesora nos habla de ella y es bonita la intemporalidad que transmite en su danza”. La precocidad, el talento y sobre todo la perseverancia de Jorge anuncian que puede llegar muy lejos. Él, de momento, prefiere no mirar mucho hacia el futuro. Pero si reconoce que le gustaría formarse en Estados Unidos. Este verano ya pisó los escenarios de Broadway y pudo comprobar que allí se trabaja a otro nivel. «Me gustaría estudiar en Juilliard», dice, en referencia a la prestigiosa escuela de artes de la ciudad de los rascacielos de la que han salido portentos como Alicia Keys, Jessica Chastain o Miles Davis. “Las mañanas las paso en el colegio y en el recreo hago los deberes: Estoy en 2º de la ESO y tengo que trabajar duro porque luego los ensayos me llevan mucho tiempo”. Para llegar a ser protagonista del musical Jorge Lamelas se formó en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga, y sus padres tuvieron que hacer las maletas para que pudiera cumplir su sueño y venirse a Madrid. Jorge es conocedor del sacrificio de sus progenitores: “Le debo todo a mi madre, Cristina Lamelas, ella se vino conmigo para que yo pudiera ser bailarín. Siempre ha creído en mí. Hizo un esfuerzo enorme de estar tres años separado de mi padre para poder apoyarme: Ella me regalo el violín y mis primeras zapillas de ballet”.
Su historia similar a la de Billy
La historia de Jorge es muy parecida a la del pequeño Billy Eliot, “Los paralelismo son increíbles, nos cuenta Jorge a Vanitatis, Mi familia de parte de mi madre eran mineros y también sufrieron como los papas de Billy. Mi abuelo tiene una de las pocas minas que hay todavía en León. También le persiguieron por la huelga y yo un día baje a la mina para saber como se sentían ellos. Soy casi igual que Billy, me parezco mucho”. Jorge Lamelas, va camino de convertirse en el máximo representante de una nueva hornada de artistas musicales. Tiene juventud, frescura y humildad. Basta con escucharle hablar: “No siento vértigo ni pienso cada día en el éxito. Disfruto de lo que hago”. Para ser Billy Elliot tuvo que pasar muchas pruebas y ser elegido entre más de 700 aspirantes. «Ser Billy Elliot es un sueño», dice el joven bailarín leonés. «Me apasionan los musicales y poder ser el protagonista de un musical es maravilloso».”Cuando estoy en el escenario del teatro Alcalá, soy como una burbuja desde arriba no se ve a nadie. Luego en el último numero, siempre veo a mi madre allí delante. Lo mas bonito de la función”. Jorge tiene el corazón entre la danza y la interpretación. «Son mi vida. Por eso me encantaría ser actor de musicales, porque así puedo hacer ambas». Largas horas de ensayos que Jorge reconoce que «es muy duro». “Ensayamos de cinco a nueve de la noche, de martes a viernes; y los sábados, de 3 a 9». Cada función es tan dura, con tres horas ininterrumpidas sobre el escenario. Es el mas pequeño de todos los “Billys” y asume con la entereza de un veterano un papel sumamente exigente, que incluye interpretación, canto, acrobacias y números de ballet y claqué.
Paso por Broadway
Su paso Broadway le ha permitido comparar dos mundos. «En Nueva York hay más y mejores profesionales, porque hay más industria de musicales y tienen una larga experiencia. También hay profesores que te enseñan mejor. Pero yo tengo la suerte de trabajar en un musical como el de Billy Elliot, donde están los mejores profesores». El rodaje de la película “Fátima”, fue su primera inmersión en el mundo del celuloide como pastorcito Francisco: «En el cine hay que repetirlo todo mucha veces. Hubo una escena de lluvia que estuvimos grabando diez días una y otra vez. Los rodajes fueron en Lisboa y Coimbra, un pueblo muy parecido a Fátima. Yo nunca vi como se hacia una peli y fue super guay hacerla. Ahora hace unos días acabo de ver la cinta y se me ve una cara de alegría que ni yo mismo lo creo”. En su papel de pastorcito Francisco convivió con la actriz Sonia Braga que hacia el papel de Lucia adulta:”Es guapísima. El rodaje fue mágico”. Sus directores favoritos son Wody Allen y David Serrano y sueña ser algún día como Antonio Banderas.
La telaraña del arte ya ha envuelto a Jorge Lamelas y aunque sigue siendo un niño: “A los reyes le voy a pedir ir a Japón a ver las Olimpiadas”, su adulto ya se desliza por el trampolín de la fama casi sin darse cuenta. Ha nacido una estrella.