Angela Quintas la escultora de los actores

diciembre 1, 2021 Amparo de la Gama

(A, Gama) Ángela Quintas podría ser perfectamente una actriz por su físico y la manera que tiene de interpretar la vida. Pero ella solo es la artífice de ‘esculpir’ actores a los que engorda y adelgaza según el guion. La nutricionista del celuloide ha conseguido que actores como Mario Casas perdiese 12 kilos en la película ‘El fotógrafo de Mauthausen’ o que Antonio de la Torre ganase 30 kilos para la película ‘Gordos’.

Ángela es licenciada en Ciencias Químicas y tiene un máster en Dietética y Nutrición Humana. Además de escritora de renombre, es ya un referente en nutrición en el mundo cinematográfico. La autora de once libros sobre temas de salud nos habla del peligro de las dietas. ¿Qué le parece a Quintas la pérdida de los 20 kilos de Shaila Dúrcal? “Pues es un peligro de dietas detox con el consiguiente efecto rebote”, nos cuenta. Abundando en este aspecto, la experta en química, dietética y nutrición precisa que Elsa Pataky puede tener un cuerpo diez gracias al ayuno intermitente, pero quien la esté viendo en prime time tal vez no esté capacitado para hacerlo. Ángela es autora del bestseller ‘Adelgaza para siempre’, y ahora acaba de publicar con Planeta ‘El secreto de una buena digestión’.

¿Es más fácil hacer adelgazar que engordar a los actores de cine?

Engordar parece fácil, pero no lo es tanto. Hay que engordar sin que se deteriore la salud, de manera saludable y hacerlo comiendo sano resulta más difícil. No vale hincharse de bollos, es una tarea paulatina y los rodajes van girando en torno a cómo va la alimentación del actor.

Una de tus hazañas fue hacer que Mario Casas perdiese 12 kilos para entrar en un campo de concentración nazi en ‘El fotógrafo de Mauthausen’, ¿fue disciplinado en su dieta?

Mario tenía claro su objetivo: era verse lo más delgado posible para hacer el papel de prisionero. Lo que más le costó es lo de dejar de hacer ejercicio para potenciar su masa muscular. Tuvo que dedicarse a hacer otras cosas: andar, yoga… El ejercicio era básico para su cabeza. A él le ayuda el deporte y le costó renunciar a ello. Él era de esas personas que comía muy bien y de repente irte a cero y meterte en un papel como el que se metió hasta le afectó en sus relaciones personales. El cambio de peso les hace meterse mucho mejor en el personaje porque lo interiorizan.

placeholder Mario Casas, en 'El fotógrafo de Mauthausen'. (EFE)
Mario Casas, en ‘El fotógrafo de Mauthausen’.

Y el efecto contrario: conseguiste que Antonio de la Torre ganase 30 kilos para ‘Gordos’

Lo recuerdo con mucho cariño porque fue lo primero que hice con actores de cine. En nueve meses rodaban y subían y bajaban el peso. Y el guion dependía de ello. Es muy gracioso porque Antonio de la Torre y yo engordamos barriga juntos. Nos reíamos porque yo me quedé embarazada e íbamos a la par.

También se puso en tus manos Almodóvar para que adelgazase Adriana Ugarte en ‘Julieta’.

Adriana es muy ancha y tenía que perder peso. Y fue una evolución. Al equipo le toca girar en torno al actor que está con la dieta. El equipo va evolucionando dependiendo del actor y cómo va su cuerpo. Sí que podemos afirmar con rotundidad que el peso del actor condiciona todo el plan de rodaje.

¿Con qué andas ahora?

Estoy con distintas series, y con la película ‘Cerdita’, que tengo que meter en el cuerpo del actor 26 kilos. Engordo a Richard Holmes, que prepara esta película española dirigida por Carlota Pereda y está siendo muy disciplinado. El actor ha ido oscilando su personaje, dependiendo de cómo cogía su peso. Te pones 20 kilos y cambia todo en ti: tu manera de andar, la postura… Ellos comen perfecto, a base de grasas saludables con varias ingestas al día. Muchos frutos secos y siempre todo acompañado de controles analíticos.

Te encontrarás con problemas como el del actor Manuel Burque en ‘Requisitos’, que tenía el colesterol alto…

Sí. Le tenía que engordar, coger mucho peso rápido, pero él ya tenía las analíticas alteradas y no le convenía. Cogió mucho peso y el problema es que el colesterol era altísimo y no podíamos engordarlo porque le dejaría una secuela de por vida. Así que nos pasó una cosa muy bonita y es que con el sobrepeso conseguimos que los resultados de los análisis fueran mejores.

Al final te conviertes en la ‘sherpa’ de todos ellos…

Ja, ja, ja…. A veces me ponen dos actores para un papel y me preguntan: ¿cuál de los dos cumplirá el objetivo mejor? Y tengo que decidir con cuál sería más fácil la dieta. Es una oportunidad de meterse en el papel. Por ejemplo, con Eduard Fernández ya he hecho tres pelis. La última ‘Mientras dure la guerra’, de Amenábar, y él sigue viniendo religiosamente a la consulta y me dice: “Ángela, quiero estar bien”.

¿Qué casos de actores te han llamado la atención?

El de Carlos Santos, que tenía que hacer de Roldán en ‘El hombre de las mil caras’. Y tienes que estar ahí para que adelgazase de nuevo, tras el rodaje. Y con ‘Caníbal’ fue genial. La experiencia con Olimpia fue impresionante. La actriz hacía dos personajes, dos hermanas gemelas, y había que diferenciarla. Tuve que esculpir dos pesos. Ahora veréis también el cambio de Álvaro Mel, en ‘La fortuna’, de Amenábar, que lo tuve que subir de peso.

¿Qué opinas del método PronoKal, un tipo de dieta cetogénica para adelgazar, que es la que ha seguido Shaila Dúrcal para perder 20 kilos en cuatro meses?

Es una locura perder 20 kilos en cuatro meses. Es una dieta que ya lleva ocho años en el mercado y que combina productos y alimentos. A mí no me gusta porque no aprendes a comer. Es un sustitutivo y cuando acabas de hacerlo vuelves al sobrepeso. Si engordas es porque algo no estás haciendo bien, y eso es lo que hay que tratar. Adelgazar es educación y eso es lo que hay enseñar. Lo importante no es lo que peses, tienes que bajar grasas. Con estas dietas cetogénicas entramos en una espiral muy peligrosa. Son necesarias las dietas personalizadas.

El peligro es que la gente lee la experiencia de la dieta de Shaila Dúrcal a golpe de clic y la hace: ¿es un arma de doble filo?

Bueno, es una dieta muy cara y no todo el mundo se puede permitir hacerla. Pero, insisto, no basta con perder peso si no aprendes a comer. Perder masa muscular así no merece la pena.

Se lanzan mensajes peligrosos con trucos de famosas y dietas milagro como la cetogénica, tan en boga actualmente: ¿la gente busca soluciones rápidas?

Sí, y yo les digo que hay que hacer deporte y quererse. Delgadez y belleza no tienen nada que ver. Las curvas son bellas. No tiene sentido hacerle daño a tu cuerpo para ponerte un biqkini.

Otra precursora de dietas es Elsa Pataky con su ayuno intermitente.

No soy fan de los ayunos. Para aquellos que se dedican a la vida contemplativa puede estar bien, pero una persona con un ritmo de trabajo como el mío no podría. Yo 12 horas sin comer no podría. Si estas en casa o de vacaciones vale, es más fácil. No todo el mundo puede hacer una comida al día porque el ritmo diario es bestial y necesita energía. Nunca recomiendo hacer un ayuno. Necesitamos la energía a lo largo del día.

A las influencers se les llena la boca con esas recetas del agua con limón en ayunas, ¿es un remedio tan saludable como lo pintan?

Olvídate, son absurdos. Los dietistas ya están poniendo alarma porque ataca al esmalte de los dientes el cítrico. Lo importante es comer muy bien en el desayuno porque durante el día vas a consumir todos esos nutrientes.

Uno de los consejos que das es no usar nunca la comida como un premio o un castigo.

Es que hacemos siempre ese chantaje y no se debe: día malo, me merezco esto, o día bueno, merezco lo otro. Así no. Ni comiendo ‘sobrillas’. Uno debe sentarse y darse el placer de disfrutar de la comida, de ponerla bonita y decir ‘tengo que alimentarme’.

placeholder Ángela Quintas. (Vanitatis)
Ángela Quintas. (Vanitatis)

Habría que implementar asignaturas centradas en el sistema digestivo desde el colegio.

Estaría muy bien. La obesidad está disparada en los niños. Hay gente que no sabe ni lo que es un hidrato. Habría que enseñárselo. Con toda la oferta de comida basura, deberíamos informar mejor para evitar su ingesta. Sería todo más fácil si nos enseñaran a comer y a combinar los alimentos. Dieta de control de insulina, algo de la tierra, con proteína animal.

¿Por qué cada vez hay más intolerancias a la lactosa y las celebrities las muestran abiertamente?

Por la pura alteración en la microbiota, se altera por el estrés y las intolerancias son producto de ello. Antes había menos obesidad, menos estrés y hoy se hacen más genéricas las intolerancias. Y es verdad, las celebrities la sufren por ser un oficio con mucho estrés. Acostumbrarnos a comer como los pavos en el ordenador a diario provoca que nos saciemos menos, mastiquemos peor y nos siente mal.

En tu último libro, ‘El secreto de una buena digestión’, hablas de las ‘cacas’ y de cómo la realeza británica le daba tal importancia que tenían a una persona de confianza que se encargaba de sus deposiciones fecales, y era un puesto de privilegio.

Así es. La ‘caca’ nos da mucha información. Una buena caca debe ser de una sola pieza, que se sienta alivio al depositarla y todo esto da una idea de si tu microbiota está bien. Es por eso que la realeza británica tenía una persona de confianza para observar sus cacas médicamente.