El novelista Javier Castillo y Verónica Díaz, una vida de “best sellers”

febrero 8, 2023 Amparo de la Gama

 

(Amparo de la Gama) Javier Castillo, el escritor malagueño, de 35 años, se ha convertido en un fenómeno literario que esculpe su fama sin el respaldo de la crítica. El novelista empezó a vender libros, a una velocidad pasmosa sin que nadie esperara tales niveles de popularidad, cuando se lanzó desprovisto de respaldo editorial. Hoy con su sexta novela, El cuco de cristal, que se publica el próximo mes, es el rey de los bestseller, y el fenómeno Javier Castillo, traspasa ya las páginas de papel para colarse en las pantallas de televisores, con el estreno hoy de la serie de Netflix “La chica de nieve”. La adaptación audiovisual de la novela más leída durante el confinamiento en España, ha sido adaptada para la pequeña pantalla con José Coronado y Milena Smit como protagonistas. Javier Castillo, su autor, en una entrevista que concede a Encuentros  explica que: “Estoy muy emocionado. He tenido la suerte de poder implicarme en la adaptación y visitar el rodaje, porque se hizo aquí en Málaga. Estoy muy contento con el resultado y deseoso de que la gente la vea y disfrute tanto como he disfrutado yo. Uno se siente abrumado agradecido es un sueño para mí. Para cualquier contador de historia que lo que quiere es que la gente las disfrute. Es un regalo que mi libro pueda llegar ahora a todo el planeta con esta serie. Cada año es todo más loco para mí. Estoy que no me lo creo”.  A su lado esta Verónica Díaz, “la chica de sol”, que le acompaña en su andadura sentimental desde casi toda la vida. Javier y Verónica se conocieron en su pueblo natal, Mijas, cuando todavía eran un par de chiquillos. “Llevo con él desde los 15 años, ha sido mi único novio y queremos estar toda una vida juntos”, precisa su esposa a Vanitatis. Y así dieciocho años después, continúan viviendo casi una vida de cuento de hadas, tienen dos hijos y un tercero a punto de llegar. “Pablo, llega ahora en marzo y viene con un pan debajo del brazo, en un trimestre muy intenso -precisa Javier a este medio- lo único que pido es que no se adelante el parto, ¡por Dios! porque con la promoción de la serie y el libro El cuco de Cristal, y no voy a dar de sí. Eso sí lo tengo claro, que si tengo que priorizar será darle mi tiempo a mi hijo Pablo, que ya tenemos todos ganas de verle la carita”. Verónica apostilla todo lo que dice Javier.  Juntos han edificado una de las familias más queridas de las redes sociales. El uno al lado del otro, gestionan un canal de YouTube con cerca de 1 millón de suscriptores y no se cansan de decir que la fórmula de su éxito es “ser cercanos y naturales”. Así el dúo hace partícipes a sus miles de seguidores que tiene en la red social, y que ha permitido a Javier Castillo llegar a un público que sin esta fórmula no conocería su obra: «Es indudable que el canal te acerca a gente que no te conocería si no fuera por él. Sobre todo, lo siguen mujeres que suelen leer novela romántica y que se lanzan a leer novela negra por curiosidad al verme en los vídeos de Verónica. Además, YouTube nos permite mostrar cosas de nuestra familia y también enseñar qué es lo que hay detrás de la escritura». Su bonita casa con piscina y jardín donde poder criar a sus dos hijos, Gala, y Bruno, y ven en la barriguita al bebe que está en camino, otro de los alicientes de este canal que va ya por quinientos mil seguidores. Le preguntamos a Verónica si es costoso tener tanta exposición al público: “No, la verdad es que nosotros nos sentimos muy a gusto. Estamos cómodos con esa gente que hay detrás. Tenemos mucha suerte con esa gente tan cariñosa que nos da su apoyo y su amor incondicional”.

 

El chico que escribía en el tren

Lejos quedan ya esos ratos del ferrocarril de cercanías a sus 27 años, cuando Javier escribió su primera novela, en los trayectos de tren en los que iba y volvía de su trabajo como asesor financiero en una consultora de Fuengirola a Málaga. Esos 48 minutos en cada trayecto, de ida y vuelta los ha hecho oro con el tiempo y lo aprovechó para hacer realidad un thriller romántico que llevaba ya tiempo rondándole por la cabeza. Ahí empezó todo con “El día que se perdió la cordura”. “Lo que para mí era un pasatiempo, solo quería que alguien me leyera, se ha convertido en todo un oficio que nunca imagine. A mi primera la novela, le puse un precio de tres euros. Nunca imagine lo que iba a venir después”. Y así empezó a esculpir su vida de millonario vendiendo 1.000 libros al día en Amazon, y comenzó su andadura yendo a trabajar a Málaga todos los días porque pensaba que esto era transitorio, y que ya había vendido todo lo que podía vender en Amazon. Pero llego la editorial “Suma de Letras”, que en 2017 publicó “El día que se perdió la cordura” y le cambio la vida. Solo la primera edición del libro fueron 8.000 ejemplares. Su segunda novela, “El día que se perdió el amor”, continuación de “El día que se perdió la cordura”, estuvo ocho semanas en el número uno cuando se publicó en enero de 2018. Su tercera novela, “Todo lo que sucedió con Miranda Huff”, publicada en marzo de 2019, pasó diez semanas ininterrumpidas en el número uno. Fue una absoluta sorpresa para todos que la novela de “El chico que escribía en el tren”, apareciera como número uno en España, al lado de la de Ken Follet y Pérez Reverte. “Ahora estoy feliz Pérez Reverte tiene en Netflix emitiéndose La reina del Sur, y desde hoy estará también La chica de Nieve. Otra vez el destino une”. Comenta Javier Castillo.

Una charla con la reina Letizia

Y así, los libro de “El chico que escribía en el tren”, fueron traduciéndose en todos los idiomas, y su fama creció hasta ser invitado al almuerzo anual que organiza la Casa Real con motivo del Premio Cervantes, y allí pudo charlar sobre literatura con el rey Felipe y la reina Letizia. Un día que lo tiene apuntado como grande en su agenda.  Al igual que el día que Joël Dicker, incluyo en la solapa de su tercer libro esta frase: «Javier Castillo es sin duda el nuevo fenómeno de la literatura europea». Él es consciente de que también tiene sus detractores. La obra de Castillo, pertenece a un ámbito de la literatura, el de las novelas de entretenimiento y consumo rápido, que casi nunca aparecen en las publicaciones literarias. Pero a él parece importarle poco. Hoy es un día grande y en Mijas su ciudad natal, toda su familia se sentará multitudinariamente y conectados por redes sociales verán el estreno de la serie. La primera su madre, que manifestaba a este medio: “la ilusión de ver a mi hijo crecer y ver todos los resultados que está logrando es un orgullo para mí”.

 

Un hijo, con el pan debajo del brazo

La pareja tiene dos hijos y el tercero que llegara en marzo. Un mes antes de que Suma de Letras, publicara su primera novela, nació su primera hija Gala. Cada hijo de Javier y Verónica “vienen con un pan debajo del brazo”. El día que llego Gala al mundo, el escritor se dio cuenta que pasaba demasiado tiempo fuera de casa trabajando, y así decidió dejar su ocupación laboral de Málaga y hacer un trabajo que le permitiera estar en casa, para exprimir al máximo los momentos como padre y su como escritor. Después vino su hijo Bruno, y un poco más de lo mismo. Ahora con su tercer vástago en camino, al que le vera la cara el próximo mes, a Javier no se le cae la sonrisa de los labios. “Ambos dejamos nuestros trabajos anteriores, significa Verónica a Vanitatis, porque queríamos priorizar. Yo antes de dedicarme a la moda era nutricionista. Luego empecé a opositar y la vida me acabo llevando al mundo de las redes sociales. Lo más importante son nuestros hijos ahora y ya me quiero parar, jajá y no tener más nenes. Queremos disfrutar de este buen momento que atravesamos. Ya me he leído la última novela de Javi, El Cuco de cristal, y te aseguro que deja huella”.

La próxima semana, el 1 de febrero llega a las librerías el sexto libro del malagueño: “El cuco de cristal”, una novela inquietante llena de silencios, de imágenes de gran impacto, de investigaciones y los misterios que desvelan las vidas de unos individuos que luchan por sobrevivir en un entorno hostil. Es por eso que su ocio es sagrado. Javier es madrugador. Se levanta para escribir a las 5 de la mañana, la hora gris que describe Pérez Reverte en “La reina del Sur”, y así por la tarde puede disfrutar a sus hijos. Su esposa Verónica también teletrabaja, tiene por despacho toda la casa y la aprovecha para crear los contenidos que luego distribuye en sus redes. Los fines de semana son sagrados para la pareja: Salir al campo con el perro Kiwi y dar largos paseos con sus hijos. Lo dicho: una familia entrañablemente feliz.