(Amparo de la Gama) Betty Missiego, la gran señora dé Eurovisión, acaba de cumplir en enero 85 años. Tras haber pasado una “dura enfermedad”, de la que fue operada el mismo día de su cumpleaños, ahora todo le sonríe y quiere más que nunca: “seguir dándole fuerte, a esto que se llama vivir”. En una entrevista que mantiene con Encuentros, la Diva de Cuzco, nos cuenta que estos días la llaman de muchos medios, para que opine de Blanca Paloma, nuestra próxima representante del festival de Eurovisión: “Mira … yo vivo ya muy tranquila, retirada de todo y paso de programas polémicos. Pero a vosotros si os cuento encantada, que desde que soy “la abuela de eurovisión” todos me preguntan. Creo que Blanca Paloma es diferente. Ella sabe estar porque ya ha pisado antes un escenario. En Europa igual no entienden de bulerías, pero si les va a gustar esa fusión de flamenco que hace ella, esa moda de cantar ahora, como haciendo grititos que tanto gusta, y que yo no entiendo. La música es música y no me agrada que griten. Tampoco me gustaron los pantalones raros de Blanca Paloma JJ. Soy una clásica en todo. ¿Qué quién era mi favorito? Pues era Agoney. Ese chiquito me encanto”. Betty logro el hito artístico de quedar en segunda posición del Festival de Eurovisión en 1979, de ganar el Festival de la Canción de Benidorm o actuar en espacios tan prestigiosos como el teatro Olympia de Paris. “Eurovisión fue muy importante para mí, me abrió a un gran mundo del espectáculo y fue una experiencia inolvidable, además del cariño que he recibido. Ahora cuando salgo a la calle, la gente todavía se pone enfrente la gente y me tararea: “…Si todo el mundo hiciera una canción que hable de paz, que hable de amor…”. Después de cuarenta y tres años, la gente ha hecho un himno de su tema y se lo canta con cariño y respeto. “Hay que tomarse la existencia con simpatía -nos dice- Me gusta estar alegre porque ahora la vida me sonríe en todo. He pasado como bien sabes, una dura enfermedad, de la que ya me he curado gracias a Dios. Me operaron el día 16 de enero y todo salió fantástico y aquí estoy. Llena de proyectos. En abril apoyare un proyecto cultural, de mi marido Fernando, que será puro arte y donde yo cantare algunas canciones en Benalmádena. He tenido la gran suerte de disfrutar de un esposo, que se dejó sus proyectos en el camino, para hacer realidad los míos. Siempre pensado en sacar a su Betty adelante y ahora me toca a mí, hacer ver al mundo que su arte es grande. Le voy a preparar un San Valentín en toda regla jajá “. El año pasado Betty y su marido Fernando Moreno, celebraban sus Bodas de oro, “Claro que es el hombre de mi vida. Cada día nos dedicamos una canción. Siempre recordamos todo lo que hemos vivido en estos 50 años, otra forma de vivir …yo con el mismo hombre y él con la misma mujer”. El secreto de esta buena convivencia es un misterio para Betty, “No puedo darte una formula. Porque no la sé. El respeto y la generosidad. Fernando y yo hemos discutido como cualquier pareja a lo largo de estos años. Pero hemos sabido darnos nuestro sitio”.
“Somos Benalmádena” el partido que funda Betty
Pero Betty no solo apoyara a Fernando, su esposo, en el tema artístico. La dama de Ébano, da un salto a la política con el partido: “Somos Benalmádena”, una opción independiente encabezada, por la que fue concejal de la localidad por el PP, Ana Macías: “Bueno habrá quien dirá que a la vejez viruelas. Je Je. Lo del salto a la política es estar apoyando este partido, del que ha sido ideólogo mi marido, y al que las encuestas dan ya tres concejales, porque Ana Macías vale mucho. Decidió dejar el PP y conformar esta formación independiente en la que todos estamos trabajando”. Betty hasta cantara el himno del partido, del que ya está componiendo la letra su esposo Fernando. “El nombre de la formación política es “Somos Benalmádena” porque esta ciudad nos lo ha dado todo y donde me cure de una pena muy grande”. Betty nos recuerda, en esta entrevista que realizamos con ella, lo lejos y lo cerca que queda esa fecha de 2012. “Mi hijo Fernando, bailarín, de 41 años de edad, se dirigía en moto a la escuela de baile y murió en un accidente fatal. Nosotros vivíamos en Madrid y los demás hijos nos veían llorar mucho, no te puedes reponer de un golpe tan duro. Así que decidimos cambiar de paisaje y venirnos a vivir a la Costa del Sol. Y aquí nos quedamos. Benalmádena nos lo ha dado todo. Todos los días me levanto oyendo cantar los pájaros y viendo el mar”. Aquí, en su querida ciudad, desde el año pasado ya tiene una glorieta a su nombre, otorgada como homenaje por Corporación municipal de esta localidad costasoleña, que se la ha puesto como un reconocimiento, por llevar el nombre de España por los escenarios de todo el mundo. Desde que en el 2015 dejo las tablas, Betty lleva una vida muy completa: “si te digo la verdad no tengo mono de escenario. Yo sigo cantando para mis amigos y en ocasiones especiales que me lo pide el alma. Y a veces hago alguna inmersión en el espectáculo que me divierte, como hacer de maestra en una parodia para Netflix en donde simule ser parte de un «golpe» en la serie «La casa de papel» y me vio mucha gente”.