(Amparo de la Gama) Lorena García, la conductora de ‘Espejo público’ durante las vacaciones de Susanna Griso, ha pasado de ser la sustituta a convertirse en la reina de las mañanas. La periodista ha puesto muy alto el listón del programa matinal, convirtiéndose en esa franja horaria en la ganadora de las audiencias contra las demás cadenas.

Agotada por los madrugones y del ritmo del verano, se ha dado la licencia de pasar unos días en Marbella, en compañía de su familia, y ha atendido a Encuentros en el hotel Los Monteros: “De verdad que no me imaginaba que esto pudiera pasarme. Si me lo dicen hace unos años que iba a estar en ‘Espejo público’ sustituyendo a Susanna Griso hubiese dicho: ‘De ninguna manera’. Aún no me creo las audiencias, fruto de un trabajo en equipo”.

La presentadora está defendiendo a las mil maravillas la ausencia de la jefa. Su programa, este último mes, ha logrado de media un 16,1% de share, frente al 15,7% de su principal competidora. A la pregunta de Vanitatis de si la catalana a su vuelta le va a ‘coger pelusilla’ se ríe: “Qué va. Está encantada. Los buenos datos son por el bien del equipo y la marca de ‘Espejo público’ va unida a Susanna, así que en definitiva todo lo que sea bueno para ‘Espejo’ es bueno para ella. Para mí es la mejor profesional que hay en este tipo de programas. Es una todoterreno, yo aprendo muchísimo de ella.”

Lorena es todavía la gran desconocida. Empezó en la radio en la cadena Cope en Guadalajara. Después, pasando fases, la llamaron de la televisión de Castilla-La Mancha. Fue reportera, presentadora… y luego el salto a Antena 3: “Digo siempre que la prensa local es la que te curte. Yo no sabía lo que iba a ser de pequeña hasta que un día una profesora estando en sexto de EGB, haciendo yo una exposición, me dijo que si no me había planteado ser periodista y desde entonces decidí que ese sería mi oficio. Después ingresé en la Universidad Carlos III. Y allí estudié esta profesión que no es fácil, pero a mí me encanta. Es importante trabajar en lo que te gusta y eso se traduce en que cuando te vas a tu casa, llegas diciendo: «Soy una privilegiada, haces lo que te gusta y encima te pagan”.

Lorena nunca estudió Periodismo pensando en que algún día sería presentadora de televisión. Le gustaba contar historias y ahí nació todo. La conductora de ‘Espejo público’ esgrime que “yo siempre he dicho que soy de paso a paso y ni el fracaso ni el éxito me cambian. Los retos son diarios y no nos tiene que deslumbrar el éxito. La tele es muy ingrata. Hoy estás y al día siguiente ni existes, ni nadie sabe quién eres”.

Es consciente de que su naturalidad y cercanía con el espectador son las mejores bazas de su éxito: “La gente que me conoce me dice: ‘Es que eres siempre la misma’ y me quedo con eso. No es fingido nada. Si lo tengo que pasar mal en pantalla, lo siento; y si me tengo que reír, me río“.

Embarazada aún sin vacunar

Uno de esos ejemplos de espontaneidad, de los que habla, se hizo viral en redes con el asunto de su embarazo. En uno de sus programas abordó el tema del temor de las mujeres embarazadas a la vacuna contra el coronavirus y confesó en directo que ella está embarazada de su segundo hijo. ”La verdad es que está siendo un embrazo duro. Así que vi el cielo abierto cuando, entrevistando a un ginecólogo sobre si las embarazadas debían vacunarse antes o después contra el covid, él me respondió».

Con total naturalidad, la presentadora hizo público que ella también estaba esperando un bebé y esa cuestión también le preocupaba: «Estoy esperando a mi segundo hijo. Cuando me dijeron que estaba embarazada, mi preocupación automática fue: ‘Qué hago con la vacuna’. Me llamaron a los 15 días y la primera recomendación fue: ‘No te vacunes, espérate, todavía no, está sin probar…’. Aún no me he vacunado, lo haré en la semana veinte”.

«Y de verdad que mi pregunta surgió sola por la inquietud que tengo, con mil miedos. Y me dije: ‘Tengo la oportunidad de preguntar, ¿para qué le voy a hacer en tercera persona, pudiéndolo hacer en primera persona?’. Y me quedo con todas las mujeres que me han escrito sobre ese día dándome las gracias. Me pongo en la piel de todas las mujeres que lo están dudando y el debate es duro”, añade.

“Yo insisto en la naturalidad. Es que los que salimos en la tele somos personas normales, que en vez de trabajar en otra cosa trabajamos con un micrófono. Y espero de verdad no perder nunca esa naturalidad y esa cercanía. Yo soy muy de tierra, muy de ir a mi casa, a mi pueblo, a mis raíces”, concluye.

Jorge, su marido, el mejor complemento vital

Lorena es de un pueblo de Guadalajara del Alto Tajo. Le encanta su tierra, aunque ahora vive en Madrid “muy cerquita de la tele”. La presentadora es ya mamá de un niño, Mario, que va a cumplir tres años y es el muñeco de la casa. Cuando el pequeño ve en la tele a su madre, le dice a su abuela: “Mira ahí está la señora Lorena”. Ahora que viene “el hermanito” le están preparando para que no tenga pelusa: “Está muy arropado», nos dice su madre. «Le contamos que va a ser el hermano mayor y que va a jugar mucho con su hermanito. Al final yo creo que todo funciona si sabes comunicarte bien con los niños, porque entienden mucho más de lo que pensamos”.

Su marido, Jorge, miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, es el mejor complemento vital de Lorena. Se conocieron cuando eran adolescentes porque era amigo de su hermano: “Tú sabes cómo es en los pueblos. Jorge iba con la peña de mi hermano, porque es dos años más joven que yo, y nos conocíamos de toda la vida porque su madre es también de mi pueblo. Y hace nueve años Jorge volvió a aparecer por la feria del pueblo… y desde entonces hasta ahora el juego del amor “.

Los dos forman una pareja compenetrada que asumen los mismos valores. Los dos coinciden en qué dejarles de legado a sus hijos: “Que no se olviden nunca de quiénes son y que no dejen nunca de tocar el suelo”. La fama de Lorena de momento Jorge la lleva bien. “Bueno, a veces me reconocen, cuando me ponen la gasolina y esas cosas, y él también me ve en la tele y sí, sí, para qué decir que no… Se siente orgulloso de ver a su chica (se ríe)”.

Mujeres, hombres y viceversa

Lorena piensa seguir a pie de micrófono “hasta que el embarazo la deje”. “Seguiré en pantalla hasta las puertas del parto”. El tema del feminismo lo lleva a rajatabla, desde la base de que tiene que haber igualdad entre el hombre y la mujer: “Es cierto que a los hombres se les permite más y a una mujer se la cuestiona muchísimo desde el punto de vista físico. Se la juzga si va maquillada o no y qué lleva puesto. ¿En la calle qué vemos? Gente de todo tipo. Y en la tele también debería ser así y no ese cuestionamiento constante. A mí me gustaría que me hicieran una foto cuando entro por la puerta de la tele a las 5 de la mañana… Ya verías qué cara», dice, divertida.

«De mí pueden opinar si estoy guapa, si estoy más fea, más tripona por el embarazo, pero eso de un hombre nunca se dice”. Uno de sus últimos pronunciamientos contra el machismo fue hace pocos días en ‘Espejo público’ cuando dijo literalmente que “Maluma es asquerosamente machista”. Afirma que “no me gustó nada lo que hizo besando en la boca a esa chica. Imagínate que es un hombre el que sube en el escenario y se pone a darle besos una mujer. Pues pongamos los mismos ojos con los hombres. No me parece un regalo lo que hizo Maluma a la chica. Me parece algo muy feo. Vamos, asqueroso, como dije”.

“Mi entrevista hoy sería al Rey emérito”

En ‘Espejo público’, Lorena tiene frente a ella a los principales líderes políticos del país. Pero si tuviera que elegir una entrevista en estos momentos, lo tiene claro. Sin duda, le gustaría entrevistar al Rey emérito: “La entrevista fetén para mí sería entrevistar al Rey emérito ¿A quién querrían los españoles hacer más preguntas? A él ¿no?».

Otra de las entrevistas que le gustaría hacer es a Pedro Sánchez: “Aún no se la he hecho y como presidente del Gobierno me encantaría hacerla”. Pero ahora este fin de semana, solo piensa en su ocio, en su familia. “Es la primera vez que vengo a Marbella. Me ha fascinado. Me traje un planinng de mi director, Jorge Gallardo, que es el mejor embajador que tiene esta tierra y, de verdad, que hemos disfrutado mucho de esta luz y de este mar, he comido ‘pescaíto’ y paseado por su casco antiguo. A veces descansar es esencial para cargar la pila”.