Nacho Gay, director de Vanitatis, presentó en Encuentros, su libro ‘Urdangarin: Relato de un naufragio’

enero 18, 2023 Amparo de la Gama

(Amparo de la Gama. Marbella) Nacho Gay, director de Vanitatis, presentó en el Foro de Encuentros con la Cultura de Marbella, con motivo del ciclo de conferencias que se celebran en este círculo literario, su libro ‘Urdangarin: Relato de un naufragio’, publicado el pasado mes de noviembre.

El salón de eventos se convirtió en el núcleo de un nutrido sector de la sociedad marbellí, que aplaudió la obra de este autor, un híbrido poco convencional entre el clásico relato de acontecimientos y lo que los americanos dieron en llamar ‘non-fiction novel’, que narra la historia de un hombre que “lo tuvo casi todo y casi todo lo perdió”.

‘Urdangarin: Relato de un naufragio’. (La Esfera)

En la que ha sido esta primera presentación del libro a nivel nacional, no pudieron faltar las anécdotas. Por ejemplo, el histórico Alejandro Pillado, primero en llegar las instalaciones, regaló a Nacho Gay un cuadro abstracto pintado por él mismo. Dicha obra está dentro de la gama de una colección pictórica que ha ido regalando a otros autores reconocidos, como Jaime Peñafiel.

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“Soy fiel seguidor de El Confidencial -le dijo al autor- y ese periódico tiene mucha suerte en tener a alguien que escribe tan bien como usted. Su libro me ha parecido soberbio y quiero corresponderle con mi humilde manera de hacer arte regalándole este cuadro”, expresó.

¿Víctima o verdugo?

El público variopinto conformado por empresarios, artistas, letrados, miembros de la seguridad del Estado y seguidores del Foro de Encuentros poseía un punto común: la necesidad de saberlo todo sobre Iñaki Urdangarin y escuchar al hombre que sabía demasiado.

Por ello, el interés por conocer al autor y si había sufrido presiones de la Casa Real o políticas para que este libro no saliese adelante, ya que esta obra desvela hechos inéditos y habla de los privilegios que tuvo el exduque de Palma en prisión, era máximo. El autor del libro fue tajante en las respuestas: “No he tenido la mínima injerencia de nadie. Ni de Casa Real, ni de ningún poder político. Presiones cero”.

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En este mismo entorno, se creó un debate sobre si Urdangarin era víctima, verdugo o las dos cosas a la vez. Por un lado, hubo personas, las menos, que pensaban que era solo verdugo, y otras, las más, que pensaban que era más víctima que verdugo. Nacho Gay fue bastante neutro al respecto diciendo que “ha cometido delitos y por lo tanto tiene que cumplir una condena, pero me parece un juguete roto y eso me provoca lástima”.

Jaque al Rey

Sin embargo, el tema de la privación de libertad en la cárcel de Brieva ocupó parte del tiempo de la casi hora y media que duró la entrevista, que la directora del Foro de Encuentros, y autora que suscribe este artículo, le realizó al director de Vanitatis. “Novecientos treinta y nueve son muchos días, y sus correspondientes novecientas treinta y nueve noches se hacen aún más inmensas. Un océano de tiempo, en realidad”, relata la contraportada de la obra.

De ahí la derivación de preguntas como ¿cómo sobrevivir casi tres años en una celda?, ¿cómo seguir después una vida en libertad? o ¿es un peligro Urdangarin por lo que pueda contar como ha hecho Corinna Larsen? Las respuestas del autor confirmaron que el pacto de silencio por parte del exduque de Palma está más que asegurado, para proteger a sus hijos, que son línea directa de descendencia de la Casa Real. Algunos tertulianos le matizaron: que se empezó la partida de ajedrez con jaque al Rey.

 

Además, Nacho Gay quiso matizar que muchos detalles que aparecen en su libro se han extraído de archivos oficiales o de las numerosas entrevistas, más de treinta, que se han llevado a cabo durante todo el proceso de documentación. Al igual que la mayoría de los lugares descritos se han visitado previamente.

Por último, el encuentro adquirió un carácter distendido cuando el autor contó la fama de Iñaki de conquistador nato y cómo “le tiraba los tejos” a Esther, la subdirectora de la prisión, lo cual despertó las risas del público.