(Amparo de la Gama) Pablo Alborán, está en modo disfruton y se le nota. Ha pasado página de ostentar el marquesado que ya no tiene su familia y sigue triunfando con los buenos sabores de boca que le está dando su último álbum, ‘La cuarta hoja’. El cantante se muere de ganas por arrancar la gira con la que recorrerá nuestro país y buena parte de Sudamérica. El 20 de mayo el pistoletazo de salida en el Festival de Marenostrum. Y va a ser por todo lo alto. Su matrimonio con la música cumple ahora una década. Y la empatía que ha creado con su público es tal, que la gente le para por la calle mientras mantiene la entrevista con Encuentros, y le canta de bruces el, “Y tú y tu… “, ese sencillo que le llevó a la fama, “Solamente tú”, que recaudó más de 180.000.000 reproducciones, y que no se le borra de su boca. “Ya ves…La gente me para con cariño y si me reconoce es por mi trabajo. Realmente, siempre me gusta pararme con ellos. Es que desde los 21 años me dedico a esto. Convivimos bien. No dejo de hacer nada por la fama, porque todo lo veo con mucha naturalidad”.

Pablo y sus pinitos como actor

Pablo no para de aprender, sigue formándose artísticamente y a la vez que compone. Ahora en enero ha vuelto a las clases de interpretación. El gusto por el arte siempre ha sido su hándicap. Herencia que le viene dada por su padre el arquitecto Salvador Moreno de Alborán Peralta, reconocido en Málaga por haber construido la Facultad de Derecho, los centros comerciales Larios y Málaga Nostrum, entre otras obras: “Si… de mi padre tengo mucho.  Pero también de mi madre que es francesa, nacida en Marruecos y esta fusión me hace dar una creatividad especial en mi vida”. De hecho, a Pablo le encanta rodar sus propios videoclips con su registro de actor. Uno de los últimos grabados en el mítico Balneario de Málaga, fue un auténtico espectáculo. “Es que creo que hay mucho cine en la música y mucha música en el cine. De hecho. Disfruto mucho estudiando interpretación porque es una disciplina complementaria con lo que hago. Las dos funcionan de manera diferente por separado. ¡A mí todo lo que sea aprender cosas nuevas me va!”. Siempre que puede Pablo está en todos los saraos cinematográficos, como en el de “La chica de Nieve” en su tierra natal, esta semana.

Lo que Pablo, si quiere borrar de un plumazo, es el estereotipo que la gente tiene de él, como típico niño bueno, “Jajá es que no soy tan bueno. Tal vez mi música de melodías me ha dado otro toque más romanticón, pero mira ahora que me preguntas por Bizarrap, que va a actuar también Marenostum como yo, pues te diría que «no estaría mal» colaborar con el productor argentino y protagonizar una de sus famosas sesiones: reguetón y pop. ¿Por qué no? Nada en la música es incompatibles. No estaría mal esa fusión de sonido. Soy de hacer fusiones, me encantan las que nos esperan la gente, las menos previsibles. Y las que además a uno le motivan»

La cuarta hoja del trébol

El malagueño ya está dándolo todo con su nuevo álbum, ‘La cuarta hoja’. Su sexto trabajo de estudio y en que muestra la cara más alegre de la vida: “El nombre ya lo dice “La cuarta hoja” que siempre buscamos en un trébol y que en definitiva eres tú.  Me he divertido mucho, por eso me parecía un título acorde con todo el concepto de las canciones.  El disco lo escribí después de la pandemia, y es el más desordenado de todos los que he escrito hasta ahora. Eso me gusta porque yo soy demasiado cuadriculado”. En una de sus canciones nuevas Pablo canta: «No tenemos más guerras internas, conmigo ya hice las paces». Y es que el cantante sin remilgos reconoce, que ha sido muy castigador con él mismo, en algunos momentos, de su vida. Pero llego un momento que dijo: Hasta aquí. “Y eso se acabó”. Ahora vuelve “disfruton, como si fuera “el blanco moreno”, ese que los gitanos llamaban así, cuando solo era un crio y se colaba en los bares para actuar con ellos, sin poder contener el duende.