(Amparo de la Gama) Dos Goyas en la estantería, dice que son suficientes para este malabarista del celuloide. Pero no hay dos sin tres. Luis Zahera, el “malote” oficial de cualquier film que se precie, ya tiene un par de cabezones: Uno por su papel de Xan en As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen. Y otro por El Reino, donde compartió pantalla con Antonio de la Torre. En una entrevista que concede a Encuentros, dice que: “Me conformo con estos dos, está muy bien”. Ahora que acaba de terminar el rodaje de la tercera temporada de Entrevías, el peculiar actor significa que: “¿sabes? No me importaría cambiar de registro de malo y hacer de aristócrata en el próximo rodaje. Por la calle me paran y me piden autógrafos creyéndose que soy el viudo de la duquesa de Alba. Me confunden con Alfonso Díaz, asique no me importaría hacer de él en la película que hagan de Cayetana de Alba. Una vez estuve en Liria y eso de los palacios me molo”. Al gallego le fascina la comedia y ha desarrollado su faceta como monologuista en varias obras cómicas de teatro. Ahora protagoniza “Chungo”, un monólogo en el que repasa su vida personal y profesional. Le hacemos la entrevista, mientras hace uno de estos monólogos en Benahavis (Málaga) “Aquí estoy en el pueblo donde vivió Kashogui, el que tenía los grifos de oro en su yate. Fíjate que yo le conocí en Galicia porque su mujer venía a cantar a un programa que yo trabaja en Santiago de Compostela. Pero a mí no me impresionaba porque si este tenía los grifos de oro en el yate, yo tenía a mi tío Simeone, que le hizo los wáteres a Franco en el Pazo de Meiras y el caudillo nunca tuvo queja de los buenos acabados. Era un tío muy simpático y muy especial mi pariente”. Luis va de “galleguisimo” por la vida. Allí nació hace 56 años, y siendo el pequeño de cuatro hermanas, “uno tiene que ser un poco actor para sobrevivir, y ahí en mi casa hice los primeros pinitos”, nos dice. De su Santiago de Compostela salto a Nueva York en 1992, para probar suerte, pero se convenció que su sitio estaba en España donde siguió persiguiendo su sueño de ser actor.
Camilo Sexto esnifaba los cariocas
El programa gallego “Luar” fue una fuente de aprendizaje para el intérprete maravilloso: “Un espacio que ya lleva 35 años y donde alucine porque fui a pedirle un autógrafo a Camilo Sexto y quería esnifarse los rotuladores cariocas que le di para que firmara. Vi como la gente hacia cosas rarísimas. Es complicado, pero era la parte divertida yo tenía veintitantos años y claro alucine cuando me pidió los rotuladores para eso”. El salto a la fama lo dio por su papel de Petróleo en la serie Mareas vivas de TVG, en que plasmaba la realidad de un pueblo marinero situado en la Costa da Morte, donde trabajó con Luis Tosar. Y de ahí ya se asomó a series como Hospital Central, Sin tetas no hay paraíso (donde era la mano derecha de El Duque, al que dio vida Miguel Ángel Silvestre). De ahí nace su registro para personajes oscuros y con un punto de maldad, “personajes terribles”, como él mismo define, pero él no se considera tan indómito como dicen, muy en el fondo tiene una vena “tiernecita”, que a pocos les deja ver, “Mira, lo único que sé, es que hay que ser humilde y buena gente eso me lo enseñaron en casa, y esos son los parámetros por los que me guio en la vida”. Y a veces deja asomar ese lado tierno como al recordar a su padre y recoger su primer galardón en los Premios Goya 2019 y afirmaba que él siempre le decía que, con esos personajes secundarios, “mucho tenía que trabajar para no trabajar”.
Amigo de Feijoo
Ahora acaba de terminar sus tomas en Entrevías, en la que da que da vida al policía corrupto Ezequiel, un tipo capaz de jugársela a cualquiera. “No te puedo contar mucho de esta tercera temporada porque con contrato nos lo prohíben” ¿Yo más guapo que Coronado? Ja ja se te agradece, pero siempre digo que me vino Dios a ver por poder trabajar juntos. Yo soy el caos y José es el orden y eso hace que funcionemos muy bien es un maestro y resulta alucinante trabajar con él”. Y es que Luis Zahera siempre tiene buenas palabras para los que quiere, como es el caso del gallego Alberto Núñez Feijoo: “Nos hicimos amigos rodando una publicidad. Yo me parezco mucho a él cuándo me pongo las gafas y coincidimos mucho y nos llevamos muy bien. ¿Qué si me gustaría verlo de presidente de gobierno” ¿Pues claro que me gustaría ver de Presidente de gobierno a mi amigo, porque me gusta aquí a la gente le vaya bien, pero está todo muy polarizado y no tuvo suerte. Ahora nos pasamos el día wasapeando… es estupendo y muy cómico. Nos reímos mucho juntos y recordamos ese anuncio felicitando las vacaciones Navidad 2020 en gallego”.
De sentimiento y mujeres no hablo
A Luis no le gusta hablar de su vida privada. Nunca se ha pronunciado si ha tenido alguna pareja, él prefiere mantenerse al margen. Cuando le preguntamos por mujeres, nos dice: “Mira, mi madre decía hay cosas de las que no se hablan. No me gusta nada que entren en mi vida privada. No me agrada, no es lo mío. Y de verdad que valoro a la gente que tienen la honestidad de hablar de ello, pero a mí no me sale. Me gusta mantenerme lejos del ojo público”. El siente que el público le respeta y le tiene mucho cariño, y quiere que esto siga siendo así, sin mezclar lo público con lo privado. Su madre para él fue una de las personas que más le han marcado en su vida, pese a que no pudo disfrutar del éxito de su hijo. “Falleció justo antes de estrenar su serie “Mareas vivas”. Con la risa en los labios recuerda que ella me decía una frase: ‘Hijo mío, haces muy bien el tonto».