(Amparo de la Gama) Nobuyuki Matsuhisa, más conocido como Nobu Matsuhisa, parece sacado de un fotograma manga, cuando interpreta su papel de chef delante del público que le sigue por todo el mundo en sus demostraciones culinarias. Su mesa se convierte en plató muy particular, como cuando Martin Scorsese, le estrella de su primer film “Casino”. El millonario cocinero, artífice de que la comida japonesa triunfe en todos los lugares del planeta, habla para Encuentros, en una entrevista que nos concede en Marbella, con motivo del “Cuatro manos” que hizo con el estrella Michelin Dani García en Puente Romano: “El me enseña a hacer paella, y yo le doy clase de sushi. El arroz une culturas”, nos dice el promotor de la expansión del sushi por el mundo con su gastronomía que él define como mestiza-japonesa con influencia peruana. “Lo que yo hago en estas visitas por distintos lugares, ha sido acercar la comida japonesa, adaptándola a las cocinas de la ciudad donde aterrizamos para atraer al público local”. Y así viaja por todo el mundo haciendo demostraciones de lo que mejor sabe hacer, y el resto de su tiempo lo pasa entre Los Ángeles, donde reside con su esposa, sus dos hijas y sus nietos. En su ocio su “koraku” cerca de Tokio, al que siempre retorna, como lugar de su recreo, en busca de la paz. A sus 75 años, paso de ser un simple “friegaplatos”, ha edificar el mayor emporio mundial alrededor de la cocina nikkei, con la que ha dibujado, como él nos dice: “la sonrisa de la felicidad en muchas bocas”.
De los fogones al plato de cine
El chef retorna a los viejos tiempos y nos cuenta que su andadura no fue fácil. En Saitama, Japón, aprendió a preparar sushi, y desde ahí marcho a Perú y Argentina, donde siguió formándose. Allí dirigió algunos restaurantes sin demasiado éxito:”Éramos muy pocas personas y todos teníamos que hacer de todo. Yo hasta fregaba los platos. Pero había un denominador común, que ha prevalecido de entonces hasta ahora. Y es que desde el primer minuto, cocino con el corazón y mi equipo es siempre una gran familia trabajando para el cliente”. Después de aterrizar en los Estados Unidos, su duende de la suerte le acompaño y triunfó: primero con Matsuhisa, en Beverly Hills, y después con la apertura de Nobu, en Nueva York: “Bueno yo creo que era tan feliz con lo que hacía, que los clientes que miraban mi manera de cocinar se convertían por eso en fans. Realmente lo que ha hecho que haya podido crecer de esta manera y me haya podido expandir tanto, fue transmitir mi conocimiento sobre la manera de trabajar a los primeros empleados, y estos a su vez a los siguientes. Cuando creas un equipo, y todo el mundo está formado y cree en tu filosofía, no queda otra que expandirse, y seguir creando una familia más grande. El equipo es lo más importante”.
Nobu es sabedor de que además de sus cualidades culinarias, tiene un gracejo especial comunicado. Y eso le permitió su inmersión en mundo del celuloide. Otra etapa del chef que nos recuerda con nostalgia. Debuto en el cine con Casino, de Martin Scorsese, en un pequeño papel de jugador empedernido, hizo un cameo en “Austin Powers” y su mayor deleite fue “Memorias de una geisha”. Ahora se ríe cuando le decimos que todos los actores pasan por el “plató particular de Nobu” para deleitarse con los Sushis de cine que el fabrica: “Si es gracioso ver a Richard Gere sentado con sus palillos. Toda una época junta desde que venía con Cindy Crawford, ya que teníamos un fotógrafo amigo común. Me gusta verlos disfrutando en mi mesa”. Otra de las asiduas a Nobu es Brooke Shields “Sigue tan guapa como siempre. Primero venía con su marido tenista Andre Agassi y luego sola. La última vez la vi Las Vegas”.
Parte de la culpa de que tanta celebriti pise el santa sanctórum de Nobu, la tiene Robert de Niro y el productor de cine Meir Teper, ambos socios de Matsuhisa. Para el chef trabajar con De Niro es pura alquimia porque manejan los mismos códigos éticos: «Nos gusta hacer felices a nuestros comensales, esa es nuestra máxima».
Su brother Robert de Niro
Hace unos años Robert de Niro acompaño a Nobu en la inauguración del restaurante de Marbella. La redactora que suscribe esta información, le pregunto entonces al actor, sobre qué plato prepararía al ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y dijo: “Si veo a Donald Trump en cualquier restaurante, salgo corriendo”. Nosotros insistíamos: “Pero, señor De Niro, ¿algún plato le haría, no?”. Y él, en tono socarrón, afirmaba: “Ya te digo yo que algo seguro que le haría, eso seguro, si lo encuentro de frente, pero no lo digas, ni siquiera lo escribas”, reiteraba sonriendo. A este respecto su socio Nobu, recuerda la anécdota y nos sonríe diciendo que: “Eso ya es pasado, Robert es así. Somos grandes amigos y compañeros. El éxito nuestro es formar un buen equipo. Es muy confortable hacer negocios juntos por el respeto que nos tenemos”.
Comida con Dani García
Nobu vive al margen de las estrellas Michelin. No tiene ninguna, ni le preocupa. “Más que las estrellas Michelin, lo que me importa es ver que los clientes son felices y disfrutan de la comida que les hago y el ambiente en mis restaurantes. Eso es lo importante, no los premios. Que la gente mire las estrellas del cielo mientras saborean mis platos, eso es lo importante”. Además de ser sencillo en su cocina, también lo es en su dieta. Acostumbra a comer comida nipona muy sencilla: arroz, sashimi, noodles y verduras. “Muy simple, y todo acompañado de té verde y assam tea”. Le preguntamos por la gastronomía española y dice que: “Me gusta la cocina clásica como pescado con salsa verde, o una buena paella de mi amigo Dani García. No me va tanto la “nueva cocina” porque no se sienten los ingredientes, Me encanta un buen cocino madrileño”.
Actualmente la marca Nobu tiene 55 restaurantes, y en su nueva andadura proyectan abrir en Canadá, Bangkok, Alemania y Lisboa Nobu Matsuhisa. A estas alturas Nobu, no sabe quién será el hedero de su imperio. No tiene ningún hijo varón, tiene dos hijas que se dedican a otros menesteres: “Mis hijos son mis empleados. Habrá gente que siga con el legado, porque instruirles ha sido mi mejor regalo”